Poco se habla del cliente organizacional, y es él quien realmente logra la transformación real dentro de una empresa, siempre y cuando los jefes o representantes de la misma, tengan en claro este concepto de que para hacer frente al cambio, es indispensable trabajar con el cliente organizacional.
¿Quién es el cliente organizacional?
Es ese cliente interno, el colaborador, el que entra y sale de la empresa diariamente, el que conoce los pormenores de la misma, el que atiende a nuestro cliente externo, el que afronta los desafíos individuales y colectivos, el que aprendió a lidiar con la incertidumbre y hace lo mejor que puede; y si no hace lo mejor que puede, como líderes del equipo debemos averiguar la razón para mejorar la brecha.
La importancia de formar equipos de alto desempeño no forma parte exclusiva del inicio de la organización, el equipo debe monitorearse permanentemente, más allá del tiempo de madurez que posean trabajando en conjunto; no solamente cambian los contextos, sino que también cambian los directivos, los puestos, los miembros, los enfoques; por lo cual se torna relevante entrenar al capital humano en su trabajo, observar su rendimiento, la relación que poseen individualmente con el equipo, el grado de participación, su involucramiento en los procesos.
Conocer sus personalidades, sus roles y como los hacen sentir, crear dinámicas para establecer vínculos más sólidos en el equipo, conocer sus aspiraciones, promover su propio desarrollo personal dentro de la organización; son entre muchas otras, acciones esenciales por fortalecer desde su interior a la organización.
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LORENA LERDA MENTOR COACH