Podemos estar iniciando un emprendimiento, o ya tenerlo en marcha. Asimismo, sentimos que no está funcionando como queremos, los resultados no nos satisfacen, y las respuestas no son las esperadas.
Nuestra primera acción, justamente, no es una acción. Tendemos de inmediato a reaccionar, y eso se da habitualmente en 3 direcciones:
- hacia el objetivo constitutivo del que esperamos el resultado deseado
- hacia otro elemento sustitutorio o
- hacia nosotros mismos.
De repente generamos una atmosfera de negatividad que nos hace estancarnos, y no ver la salida.
Transformar la reacción en una acción es lo más productivo, para ello tenemos que ser buenos observadores de nosotros mismos, librándonos de excusas y justificaciones, cultivando lo más rápidamente posible una actitud de proactividad.
Lo que demora los resultados, es la falta de compromiso y el ser disciplinado. Talvez tengamos las mejores intenciones, e incluso todos los recursos, pero con ellas solamente no alcanza.
Quiero todas las maravillas de este mundo, pero ¿qué estoy dispuesto a hacer para alcanzarlas? Estudio, trabajo, publico, me encargo… y seguramente surgirán muchas respuestas más, de hecho, las escucho muchas veces…
…preguntémonos, ¿cuál es ese plus extra que me permitirá lograrlo?
El resultado rápido tiene un permanencia corta y fugaz, no intentemos buscar soluciones mágicas; la mágica la hace cada uno de nosotros, con su plus, compromiso y disciplina; el elemento para brindar el mensaje correcto, ese que no sólo va escrito, sino que se transmite y se percibe infundiendo seguridad y confianza haciendo crecer nuestro negocio; está dentro de nosotros y de nuestra capacidad para autogestionar nuestras acciones laborales con regularidad y permanente alineadas con nuestra vida personal.
Siendo un ser completo, en una unidad de negocios organizada, el resultado siempre será de crecimiento, aprendizaje y progreso.
LORENA LERDA
MENTOR COACH